Nicholas Gurney es un joven australiano que está alcanzando la fama gracias a su habilidad a la hora de resolver pequeños espacios. Sus proyectos se caracterizan por ser ambiciosos, de bajo presupuesto y extremadamente funcionalistas. Tras estudiar diseño industrial en Sídney pasó varios años trabajando en la fabricación de muebles comerciales. En 2012 decide crear su propio estudio y desde entonces trabaja en solitario desarrollando proyectos a pequeña escala principalmente. Siempre se interesó por la arquitectura, aunque su formación en este ámbito se limita a lo que ha aprendido en revistas. Ya cuando era niño recuperaba los materiales sobrantes de obras para construir adiciones a su casa. Le fascinaban las casas en los árboles y los campings. A la hora de proyectar sigue un enfoque eminentemente práctico. Lo primero es saber qué necesita el cliente y no proyectar nada que no le haga falta. Durante la fase creativa se centra en la resolución de problemas  y en la funcionalidad. No utiliza lápiz ni ordenador hasta que no tiene las ideas ordenadas en su cabeza. Uno de …