Andreu World, como ya hemos dicho antes, es símbolo de tradición e innovación siendo un referente para el diseño de mobilairio español con proyección internacional. Será buen momento para recordar, si es que aún no lo saben, que el origen de ésta empresa está en la madera entendida no sólo como materia sino, como ellos mismos dicen, como una actitud de trabajo. Y es que parece impensable que dos valores que pudieran interpretarse como opuestos o contradictorios -tradición e innovación- dialoguen constantemente en un mismo lugar, en una misma empresa a través de utilizar tecnología de vanguardia pero conservando a a las manos expertas que aprendieron de estar en contacto con la madera: los ebanistas.

Sin embargo, eso no sería suficiente sin que la empresa tuviera una visión fresca y contemporánea de sus misión, además que la innovación, en la mayoría de los casos, se encuentra en mentes abiertas y y actuales como la de los diseñadores que le permiten, entonces relacionar sus valores a distintas miradas que le permiten la actualización, la contemporaneidad. Por ello año tras año, como desde hace 15, nos dimos cita para presenciar la premiación de los Andreu World 2016 en la ESAD de Valencia.

Lo que pasó ahí no fue menos de lo que esperábamos. Al entrar una banda junto con la museografía te daban la bienvenida ante una noche que prometía. El evento era como una línea del tiempo, como un reencuentro que nos mostraba a los ganadores de ediciones anteriores, en donde claramente se vislumbraba la línea que busca Andreu World alrededor de sus diseños y sus premiados.

Al evento acudieron, por parte del jurado, figuras que me parece legitiman y nutren a la escena del diseño y a los premios, mostrando así que se valoran distintas perspectivas pues se entendiendo al diseño en su sentido más amplio. Y lo digo por el Chef Ricard Camarena principalmente, pues me parece muy interesante que se invite a ser jurado a una figura que no se le relaciona de forma habitual (sí, la verdad la use por el nombre de su restaurante) con el diseño, y que sin embargo es para mi y para muchos, la disciplina que más se le parece pues comparten métodos de trabajo, objetivos y formas de pensamiento-concepción.

Éste año, el 1 er. premio fue para Rameshwor Pons Marimon de Mataró, Barcelona (España) con el proyecto de mesa, premiado por su versatilidad como mueble y el empleo del material. El segundo premio fue para Alcides Farje Multiloa de Donostia, Guipozcoa (España) con el proyecto mesa MAKILA. También hubo menciones honorificas para diseñadores de los países de Bélgica, Ucrania, Emiratos Árabes Unidos y España.

Fue pues una cita a la cual no debemos faltar, pero no hablo sólo de la premiación, sino me refiero también al concurso, pues es una plataforma importante con proyección internacional que se realiza cada año. Es un compromiso permanente y serio de la marca con los diseñadores jóvenes alrededor del mundo. No nos queda más que agradecer a Andreu World y esperar, entonces, la nueva convocatoria.